La salsa, en la forma que la conocemos hoy, cuajó en
Niu Yol a fines de los sesenta. La verdad siempre fue un estilo medio nebuloso, mezcla de son, rumba, guaracha, guaguancó, mambo, charanga, son montuno, plena, y hoy por hoy también bolero, tango, soul, R&B, pop, hip-hop y cualquier otra cosa que se pueda tocar. Bien dijo
Rubén Blades que la salsa no es un ritmo ni un estilo, si no un concepto. Alguien también dijo que para los
latinos de
Estados Unidos en los sesenta el lema era
sexo, drogas & salsa, y vaya a saber uno si es verdad pero suena bonito. El asunto es que en 1965 el sello
Fania Records contrató a Willie Colón, un muchacho de 15 años nacido en el Bronx de padres
boricuas, inicialmente talentoso en el trombón, la flauta, la trompeta y el clarín, pero rapidamente también en la composición, arreglos, producción y dirección. A los 17 años graba su primer disco (
El Malo, 1967), pero dado que el cantante de su banda había muerto en una pelea callejera, Fania recomienda a Héctor Lavoe, por ese entonces de 21 años y llegado algunos antes desde Puerto Rico. Resultó ser la combinación más efectiva desde que el ron conoció a la Coca-Cola o a la Pepsi, según donde lo hayan encontrado a usted los vaivenes del mercado. Hacia 1973 ya habían grabado juntos unos diez discos, y la fama empezaba a tragarse a Héctor de manera irreversible. Willie decide abandonar su propia banda, dejándosela a Héctor e incluso continuando como productor, pero la suerte ya había pasado el
punto de inflexión y para principios de los 80 la maldición iba a toda marcha. Además de los predecibles excesos con el alcohol y el resto de las drogas, y también de la extrema agenda de presentaciones que le organizaban productores jubilosos con esta mina de oro, un incendio en su departamento lo obliga a saltar y se fractura las piernas. Le diagnostican SIDA, muere su suegra, muere también su hijo, y termina saltando de un décimo piso luego de la cancelación de un concierto por baja venta de entradas. Sin embargo sobrevive y en 1990, en un terrible estado producto de las secuelas de la caída y de la enfermedad, da un último concierto donde los productores terminan de enterrar la gallina de los huevos de oro. Héctor Lavoe murió en 1993, pobre como rata y abandonado por casi toda la gente que antes lo rodeaba. Maldita gente. ¿Dónde hay que firmar para dejar de ser gente?
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Biografía de Héctor Lavoe según E!